Las cocinas, los hornos y las freidoras utilizan sobre todo calefacción termofluídica alimentada por gas o petróleo. Pero hoy en día, los productores de productos alimentarios de origen vegetal buscan formas de alimentar sus equipos de procesamiento con fuentes de energía renovables. Una de las razones es que el impacto del cambio climático es cada vez más evidente, y la sostenibilidad es esencial para los consumidores a la hora de elegir qué marca comprar. Otra es que el coste y la disponibilidad de los combustibles fósiles, como el gas, el petróleo y el carbón, tienen un impacto crítico en los costes de producción. Para satisfacer esta creciente demanda, JBT ofrece ahora la opción de calefacción eléctrica en todos los equipos de procesamiento de alimentos calientes.
Los hornos eléctricos son el futuro de la elaboración de alimentos de origen vegetal
La demanda de electricidad como fuente de calefacción solía ser baja, pero está aumentando constantemente, especialmente en los países donde la electricidad es más barata que el gas. A medida que los precios del gas y el petróleo suben y el suministro se vuelve más inestable, la demanda ha aumentado, alimentada por una creciente preocupación por no tener soluciones sostenibles. La combinación de fuentes de energía subvencionadas y el aumento de los precios del gas ha hecho más atractivas las cocinas eléctricas. La electricidad reduce el uso de gas fósil, y cuando se genera mediante energía solar, hidráulica o eólica, proporciona una fuente de energía renovable y reduce los costes.
"En cierto modo, sigue la misma tendencia que los coches en este momento", dice el director de soluciones regionales de JBT, Marcelo Scharlack. "Los coches están migrando lentamente de los combustibles fósiles a la electricidad, y las razones para ello son las mismas que impulsan la transición del gas a la electricidad cuando se trata de cocinas y freidoras. Son más respetuosas con el medio ambiente, tienen una menor huella de carbono y no contaminan el aire."
¿Hay alguna diferencia en el rendimiento?
El calentamiento termofluídico es un método en el que un fluido mineral apto para alimentos se calienta en una caldera y se transporta al equipo con una bomba. El fluido intercambia el calor y luego es transportado de vuelta y calentado de nuevo. La caldera funciona tradicionalmente con gas o gasóleo, pero también puede calentarse con electricidad.
En general, el calentamiento termofluídico permite controlar un poco mejor el proceso porque, al utilizar electricidad, la resistencia genera algo de calor residual. Por lo tanto, el calentamiento termofluídico puede enfriar el horno un poco más rápido. La capacidad de controlar la temperatura durante el funcionamiento es la misma, pero el tiempo de reacción del calentamiento termofluídico es un poco más rápido.
"Para solucionar esta diferencia, hemos optado por no utilizar el tradicional interruptor de encendido y apagado para controlar la cocina eléctrica, lo que significa que no la calentamos y luego la apagamos para dejarla enfriar y la volvemos a encender para regular la temperatura", dice Lee Fryer, director de Turn Key & Solutions de JBT. "En su lugar, utilizamos tiristores que dan la cantidad exacta de energía que se necesita. Funciona como el regulador de una lámpara y proporciona un control más preciso del proceso de calentamiento, y el resultado es tan bueno como el del calentamiento termofluídico."
Los hornos eléctricos tienen ventajas adicionales
Además del beneficio de utilizar energía libre de fósiles y renovable, un horno eléctrico tiene algunas otras ventajas. Por ejemplo, al utilizar la electricidad para calentar el horno, no necesitas la instalación de la caldera, lo que reduce la huella.
"También se pueden reducir los costes de mantenimiento, ya que no es necesario que haya personas que mantengan la caldera o que cambien el fluido cada cierto tiempo", afirma Lee Fryer.
Además, la inversión inicial en su línea de procesado se reduce. Aunque hay que invertir en las resistencias y los controles del horno eléctrico, la calefacción termofluídica necesita una inversión importante en tuberías y aislamiento, dependiendo de lo lejos que esté su caldera del horno.
Invertir en un nuevo horno es mejor que remodelar un viejo
Hoy en día todos los hornos, cocinas y freidoras de JBT vienen con la opción de utilizar la electricidad como fuente de calor. También podemos ayudarle con la instalación, adaptando la ubicación de los armarios de control y las conexiones, y todo el cableado eléctrico.
Para los que tienen un viejo horno térmico ya instalado, es mejor invertir en un nuevo horno eléctrico, porque cambiar un horno termofluídico por uno eléctrico es muy costoso. "Todos los elementos calefactores son diferentes, por lo que se necesita una reconstrucción importante", dice Marcelo Scharlack. "Es como si se construyera un nuevo horno en el lugar, por lo que es complicado y caro, por lo que resulta más económico sustituirlo por un nuevo horno eléctrico".
Para saber más sobre el uso de la electricidad como fuente de calefacción con energía renovable, lea cómo Norsk Kylling, junto con JBT, construyó una de las fábricas más modernas y sostenibles del mundo.
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